jueves, 11 de julio de 2013

El incidente hispano-marroquí del islote de Perejil



Vista del Islote de Perejil desde la costa africana. Autor: Juanlu González

Año 2002. Tal día como hoy, 11 de julio, comenzaba un incidente entre España y Marruecos en torno al más insignificante de los territorios que pueda haber: el islote de Perejil (Leila para los marroquíes). Un pedrusco deshabitado y sin interés económico alguno, en el que pastaban algunas cabras propiedad de una mujer marroquí. Aquel día, doce gendarmes marroquíes desembarcaban en Perejil, iniciándose una crisis entre ambos países que venía a culminar los últimos desencuentros en torno a cuestiones como el estrechamiento de lazos entre España y Argelia -para disgusto de Marruecos-, las negociaciones pesqueras y la llamada crisis de las pateras. De hecho, el 6 de julio, las autoridades marroquíes habían denunciado la violación de sus aguas territoriales por parte de tropas españolas durante unas maniobras en el estrecho de Gibraltar.

El tira y afloja entre España y Marruecos lo protagonizaron sus ministros de Exteriores, respectivamente Ana Palacio y Mohamed Benaissa, si bien la vía diplomática se mostró fallida a tenor de los hechos que tuvieron lugar. El día 12, el Gobierno de España aumentó la presencia militar en la zona, enviando buques de guerra y preparando defensas en Ceuta y Melilla. Por su parte, el Gobierno de Marruecos sustituyó, el día 15, a los gendarmes por seis infantes de marina, maniobra que trataba de transmitir la intención de permanecer en el islote. De este modo, el día 16, Ana Palacio presentaba ante Benaissa un ultimátum para el regreso al status quo. En la mañana del día siguiente, España iniciaba la Operación Romeo Sierra (Recuperar Soberanía).



Veintiocho soldados de operaciones especiales fueron introducidos en el islote mediante tres helicópteros Cougar, sin encontrar resistencia. Poco después, Federico Trillo, ministro de Defensa, comunicaba con cierto espíritu triunfalista el éxito de la operación. Una vez finalizada, este contingente fue relevado por setenta legionarios, momento en el cual se sustituyó la bandera marroquí por la española. Las tropas permanecieron en Perejil hasta que, el día 20, y mediante la intervención del Secretario de Estado de los Estados Unidos, Colin Powell, se logró un acuerdo para el retorno a la situación previa. Sin embargo, las relaciones bilaterales no se reanudaron hasta que tuvieron lugar los atentados de Casablanca, en mayo de 2003. El conflicto de Perejil fue un contencioso hueco en sí mismo, pero que venía a materializar todos los errores y desacuerdos que previamente habían tenido lugar entre ambos países. Como conclusión, nos quedamos con la pregunta de C. Powell a Ana Palacio cuando ésta le pidió su apoyo en el contencioso, recogida en la reveladora obra de Ignacio Cembrero:
 
"¿Se da cuenta usted de que tiene al secretario de Estado de los Estados Unidos pendiente desde hace 24 horas de un peñasco que nos ha costado encontrar en los mapas?." (1)
 

(1) CEMBRERO, pág. 45.

FUENTES


CEMBRERO, I.: Vecinos alejados. Los secretos de la crisis entre España y Marruecos. Barcelona. Galaxia Gutenberg, 2006.

CORTÉS, A.: "El conflicto del islote Perejil en la prensa española a través de la información fotográfica", Estudios sobre el Mensaje Periodístico, vol.15, 2009, pp. 175-188.

SAURA, J.: "A propósito de la soberanía sobre el islote de Perejil”, Revista electrónica de estudios internacionales, Vol. 5, 2002, p.1-5.
 
 

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