jueves, 28 de noviembre de 2013

¿Qué son los neocon? Neoconservadurismo y el nuevo orden mundial



El neoconservadurismo surgió en los Estados Unidos a finales de los años sesenta y comienzos de los setenta, en torno a un grupo de demócratas liberales y antiguos trotskistas críticos con la política del Partido Demócrata. Buena parte de los trotskistas eran judíos que fueron distanciándose del comunismo frente al antisemitismo de Stalin y, tras el establecimiento del Estado de Israel, a causa del apoyo soviético a los países árabes. Partidarios de un mayor gasto militar y de ferviente anticomunismo, los neocon consideraban que la expansión de la democracia por todo el orbe beneficiaría los intereses de los Estados Unidos. Defensores a ultranza del capitalismo más agresivo, rechazaban el modelo de Estado de bienestar basado en las políticas keynesianas de posguerra. Irving Kristol fue uno de sus fundadores, considerado como el padrino de los neocon hasta su muerte en 2009. Los neocon están integrados en el Partido Republicano.

En el contexto internacional, los neocon se evaden del realismo que considera a los estados como amorales para pasar a catalogarlos como buenos y malos. En sus esquemas, Estados Unidos representa el máximo exponente del bien, por lo que su modelo político, sus intereses económicos y el mantenimiento de su hegemonía justifican cualquier acción o injerencia en el exterior. De esta tesis surgieron, durante el mandato de George W. Bush, los conceptos de guerra preventiva y eje del mal.

Las tesis neoconsevadoras fueron asumidas en los años ochenta por Ronald Reagan, el cual, junto a la primera ministra de Reino Unido, Margaret Thatcher, exportó el modelo económico neoliberal a través del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. En el año 2000, George W. Bush llegó a la Casa Blanca e integró en su Gabinete a varios neoconservadores: Donald Rumsfeld como Secretario de Defensa; Dick Cheney como Vicepresidente; Paul Wolfowitz como Vicesecretario de Defensa... Contrastaban con la presencia del moderado Collin Powell, un hombre inteligente, popular y, al parecer, integrado en la Administración Bush por insistencia del padre del Presidente, George H.W. Bush [1]. Otros integrantes del lobby neocon son Condoleezza Rice, Richard Perle, Robert Kagan, Karl Rove, William Kristol, John McCain, Francis Fukuyama... Cuentan con el apoyo de The Wall Street Journal, The New Republic y The Weekly Standar [2].

De derecha a izquierda: George W. Bush, Donald Rumsfeld y Paul Wolfowitz.

Sin embargo, el verdadero punto de inflexión para la ofensiva neocon fueron los atentados del 11 de septiembre de 2001. Así lo afirma Dario Valcárcel: 

"Una de las cosas que debemos a Al Qaeda es la emergencia en fuerza de los neocon, enhorabuena. [...] Dicen que muy poco después de los atentados del 11-S, Wolfowitz le vendió a Bush su antiguo proyecto de ataque a Irak. No relacionado con el terrorismo, sino con el reshape de la zona" [3].

El 11-S se convirtió en el pretexto de los neocon para tratar de remodelar el mundo a su antojo incluso, como se ha comprobado, al margen del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Es en este marco donde debemos situar el famoso Eje del Mal de Bush: Irak, Irán y Corea del Norte.

El neoconservadurismo ha calado entre algunos dirigentes extranjeros. En el caso de España, José María Aznar es un claro referente, cuyo segundo mandato se vio claramente influenciado por las politicas neoliberales de su homologo George W. Bush. Un pequeño lobby representante de este modelo en España es el Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), fundado en 1986 por un grupo de intelectuales.


[1] ALONSO ZALDÍVAR, Carlos y VALCÁRCEL, Dario: Una conversación sobre Irak. Madrid, Biblioteca Nueva, 2003, pag. 29.
[2] Ídem, pag. 21.
[3] Ídem, pág. 24.


FUENTES


TAYLOR, Steven L.: 50 teorías políticas apasionantes y significativas. Barcelona, Blume, 2011, pág. 144.

ALONSO ZALDÍVAR, Carlos y VALCÁRCEL, Dario: Una conversación sobre Irak. Madrid, Biblioteca Nueva, 2003.

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sábado, 23 de noviembre de 2013

Presidentes del Gobierno de España: de la transición hasta el presente

 
Esta entrada sigue la estela de la publicada hace unos meses sobre los presidentes de los Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial. En este caso, presentamos un listado de los presidentes del Gobierno desde la transición hasta la actualidad. Espero que sea de utilidad para estudiantes y aficionados a nuestra historia reciente.
 



lunes, 11 de noviembre de 2013

95 años del fin de la Primera Guerra Mundial: 11 horas del día 11 del mes 11 de 1918


Firma del Tratado de Versalles, 28 de junio de 1919.

"Esto no es un tratado de paz, sino un armisticio de veinte años", Ferdinand Foch.

11.00 horas del 11 de noviembre de 1918: Fin de la Primera Guerra Mundial, un conflicto que arrojaba a su ocaso la cifra de ocho millones de muertos. Los imperios otomano y austro-húngaro desaparecían del mapa, al tiempo que en el ruso se imponía el comunismo y los Estados Unidos se consolidaban como la potencia hegemónica de todo el orbe. Y Francia, el país que había sufrido en su territorio lo peor de la guerra, miraba hacia los tratados de paz con un profundo revanchismo.

El presidente estadounidense Wilson anhelaba una paz estable. El 8 de enero de 1918, presentó ante el Congreso sus Catorce Puntos, orientados hacia una reducción de armamentos y la creación de lo que más tarde se llamó Sociedad de Naciones (SdN). Sin embargo, sus socios europeos no eran tan tibios.

El Tratado de Versalles firmado en junio de 1919 en la Sala de los Espejos resultó extremadamente duro. Alemania era considerada como la potencia agresora y, por ello, debía asumir su responsabilidad renunciando a Alsacia y Lorena -que retornaban a control de Francia-, a la mayor parte de Prusia Oriental -en beneficio de Polonia- y a sus colonias, administradas desde entonces por la SdN. Su ejército, privado de cualquier elemento considerado ofensivo, no podría superar los 100.000 hombres. Sin embargo, el aspecto más penoso consistió en la imposición de reparaciones de guerra por parte de Francia, según las cuales Alemania habría de pagar el costo de la guerra en moneda u otros bienes como carbón y acero. El último pago de las indemnizaciones de guerra por Alemania se produjo el 3 de octubre de 2010. ¡92 años después del fin del conflicto!

El lamentable Tratado de Versalles, impuesto a una Alemania que, recordemos, no fue totalmente derrotada -no se ocupó su territorio como ocurriría al final de la Segunda Guerra Mundial- provocó un profundo descontento en la sociedad alemana que más tarde se agravaría en los tiempos de la hiperinflación de la República de Weimar. Conjunto de desencantos y fatalidades que, años más tarde, Adolf Hitler sabría exprimir. Considerado por los nazis como fuente de todos los males de Alemania, Hitler anuló el Tratado de Versalles en 1935 y Alemania se lanzó hacia la vía sin retorno de un frenético rearme que derivó en la Segunda Guerra Mundial.
 

FUENTES


LIVESEY, Anthony: Grandes Batallas. La Primera Guerra Mundial. Barcelona, 2002, Folio, pp. 102-103.

El País, 3 de octubre de 2010.
 

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Ruanda y el genocidio de 1994 (II): Paul Rusesabagina, el héroe del hotel des Mille Collines


 
 
En 1994, Paul Rusesabagina trabajaba como gerente del prestigioso hotel des Mille Collines, ubicado en la capital ruandesa de Kigali y perteneciente a la empresa belga Sabena. Paul era hutu, pero convivía pacíficamente con sus vecinos tutsis. De hecho, su mujer pertenecía a esta etnia. Eso le convertía en un hutu moderado, colectivo que figuraba como objetivo a eliminar en los planes de exterminio de los extremistas hutus.

La condición de hutu moderado era lo suficientemente abstracta como para que cualquiera medianamente hábil pasase desapercibido. Y él, en efecto, disponía de suficiente astucia y agilidad mental, condiciones inherentes a la dirección de un gran hotel donde, por otra parte, solían alojarse figuras influyentes del país. Esto brindó a Paul cierta influencia al disponer de contactos diplomáticos, empresariales y gubernamentales.

El 6 de abril de 1994 comenzó el Genocidio de Ruanda. Las matanzas, en buena parte a machetazos, discurrieron de la mano de las milicias hutu por todo Kigali. El barrio acomodado donde habitaba Paul junto a su familia no fue una excepción y veintiséis de sus vecinos acudieron a su hogar en busca de protección, conscientes de su condición de hutu y de su trato con figuras importantes del país. La situación se complicó en aquellos momentos:

"Mi mujer es tutsi, lo cual significaba que tanto ella como nuestros cuatro hijos corrían gravísimo peligro. Y al poco tiempo de presentarse todos [sus vecinos] en mi casa aparece un convoy de soldados en la puerta al mando de un joven y agresivo capitán."[1]

Paul logró convencer al capitán para que le llevasen junto a su familia y vecinos al hotel, con promesas de dinero a cambio de sus vidas. Acción que habría de repetir a lo largo de los cien días que siguieron. Pronto se corrió la voz entre los tutsis y hutus moderados del nuevo uso que se estaba dando al Mille Collines como refugio. Aquellos que gozaban de capacidad económica, costeaban su establecimiento como meros clientes. Sin embargo, la mayoría no disponía de posesión alguna, muchos eran niños cuyos padres habían sido asesinados. Con la ayuda del comandante de las fuerzas de UNAMIR, Roméo Dallaire, Paul logró extraer poco a poco a los refugiados fuera del país. En total, 1.268 personas se salvaron gracias su combinación de sobornos, contactos con líderes extremistas hutus y otras tretas, como la manipulación de los registros del hotel. Incluso, Paul tuvo ocasión de huir junto a su familia en un camión escoltado por las exiguas fuerzas de UNAMIR y, consciente de ser la única esperanza de los refugiados del hotel, decidió quedarse. Finalmente, el camión fue detenido por las milicias hutu y obligado a regresar al hotel, siendo golpeada toda su familia.

Tras cien días cercados, Paul, su familia y el resto de refugiados huyeron a Tanzania con la ayuda del Frente Patriótico de Ruanda (FPR). Desde 1996, Paul vive en Bélgica. Preside la fundación Hotel Rwanda Rusesabagina Foundation, que tiene por objetivo la reconciliación de los ruandeses y eliminar la posibilidad de un nuevo genocidio en la región de los Grandes Lagos de África.


[1] El País, 27 de febrero de 2005.

 
FUENTES
 
 

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